Diseños: Julio Castaño
Protagonizado por Vaslav Nijínski, Petrushka fue estrenado el 13 de junio de 1911 en el Théâtre du Châtelet, en París, durante una temporada de los Ballets Rusos de Sergio de Diáguilev. Su música, concebida originalmente como una obra programática de concierto en la que el piano se opone continuamente a la orquesta, llegó a la escena por sugerencia de Diáguilev, quien pidió al compositor y al pintor Alexander Benois que escribieran el libreto del ballet.
Petrouchka es el drama desesperado de un muñeco que siente como un hombre, pero que es incapaz de expresar sus sentimientos en un medio totalmente hostil, dominado por la incomprensión.