Coreografía
Alberto Méndez
Música
Rembert Egües
Vestuario
Salvador Fernández
El eterno tema de los muñecos que toman vida durante la noche, vigente desde los inicios del teatro, esta vez con una muñeca típica cubana y el universal soldado de plomo. Un rayo de luna, y la fabulación promueven la vida y el amor. Pero el resplandor de la magia llega a su fin, y sólo la nostalgia queda en el espacio.