Coreografía
August Bournonville
Música
Herman Lovenskjold
Vestuario
Salvador Fernández
La sílfide, con coreografía de Filippo Taglioni, se estrenó en 1832 en la Ópera de París con Maria Taglioni en el papel titular. Con esta obra se creó una antológica idealización del ballet romántico: la etérea sílfide, símbolo, además, del amor inalcanzable. En 1836 August Bournonville creó una nueva coreografía para el Teatro Real de Copenhague, con las interpretaciones de Lucile Grahn y del propio coreógrafo.