Antología que recoge importantes momentos del arte coreográfico del siglo XIX, en versiones paradigmáticas que constituyen una muestra del respeto y creatividad con que la escuela cubana de ballet enfrenta la tradición.
El arte del ballet, expresión que cumple cuatro siglos de existencia, con el paso del tiempo ha enriquecido y ampliado sus propuestas escénicas. En esa trayectoria dos momentos se consideran fundamentales en el siglo XIX: el Romanticismo y el Clasicismo, etapas en las que creadores como Coralli, Perrot, Saint-León, Petipa e Ivánov, entre otros, legaron a la historia del ballet títulos ineludibles, representados en L a magia del ballet por rigurosas recreaciones, a las que se suma un ejemplo de la coreografía cubana de los últimos tiempos, en la que está presente la asimilación de la técnica académica en el tratamiento de temas universales y la plasmación de esencias nacionales, como testimonio de las posibilidades expresivas del lenguaje clásico.
En esta puesta en escena interviene toda la compañía, y sus primeras figuras asumen los roles protagónicos de las escenas del segundo acto de Giselle (Coreografía: Alicia Alonso, sobre la original de Jean Coralli y Jules Perrot. Libreto: Théophile Gautier, Vernoy de Saint-Georges y Jean Coralli, inspirado en una leyenda popular germánica recogida por Heinrich Heine. Música: Adolphe Adam. Diseños: Salvador Fernández) , las del tercer acto de La bella durmiente del bosque (Coreografía: Alicia Alonso, sobre la original de Marius Petipa. Música: Piotr Ilich Chaikovski. Diseños: Salvador Fernández), las del segundo acto de Cascanueces (Coreografía: Alicia Alonso, sobre la original de Lev Ivánov. Música: Piotr Ilich Chaikovski. Vestuario: Salvador Fernández [«Grand pas de deux»] y Félix Avila [«Vals de las flores»]), las de los actos primero y tercero de Coppélia (Coreografía: Alicia Alonso, sobre la original de Artur Saint-Léon y la versión de Marius Petipa. Música: Léo Delibes. Diseños: Salvador Fernández), las de los actos primero y tercero de Don Quijote (Coreografía: Alicia Alonso [dirección artístico-coreográfica], Marta García y María Elena Llorente, sobre la original de Marius Petipa y la versión de Alexander Gorski. Música: Ludwig Minkus. Libreto y diseños: Salvador Fernández), las escenas del segundo acto de El lago de los cienes (Coreografía: Alicia Alonso, sobre la original de Lev Ivánov. Música: Piotr Ilich Chaikovski. Escenografía: Néstor González. Vestuario: Julio Castaño) y escenas de la Sinfonía de Gottschalk (Coreografía: Alicia Alonso. Música: Louis Moreau Gottschalk. Diseños: Salvador Fernández. Luces: Carlos Hernández).