Diseños y luces: Salvador Fernández
Personajes de la Commedia dell’Arte italiana reciben de uno de ellos, el Doctor —sabio y sentencioso—, lecciones de comportamiento. El Doctor muestra a cada uno por medio de la danza, los rasgos gestuales y psicológicos que deben caracterizarlos, de acuerdo con la tradición. En escena aparecen el romántico Pierrot —el más patético galán, siempre despreciado—, Arlequín —tan galante y pícaro como pobre—, Colombina —delicada y coqueta—, y el viejo Pantalón —rico y presuntuoso.
El título de este ballet alude a la famosa frase con que concluye dramáticamente la ópera Los payasos, de Ruggero Leoncavallo («La commedia è finita»: «La comedia ha terminado»); y, mediante un juego de palabras, sustenta con humor la idoneidad de la danza para expresar la comedia. Es de interés señalar que en la obra musical de Ernesto Lecuona, también estuvieron presentes algunos personajes de la Comedia del Arte en piezas como Arlequín, Colombina y Polichinela, ésta última utilizada con otro significado en el presente ballet.
En La commedia è... danzata, la coreógrafa ha escogido las piezas de Lecuona ¡No hables más!... para la Introducción; Polichinela en la presentación del Doctor y la entrada del resto de los personajes; Palomita blanca para identificar a Pierrot; Mazurca en glissado a Pantalón; y el vals Romántico a Colombina y Arlequín. La obra concluye con el vals-jota Aragón, para todos los personajes. Las interpretaciones al piano corresponden a grabaciones del autor, realizadas en 1955.