Coreografía
Gustavo Herrera
Música
Sergio Vitier
Vestuario
Julio Castaño
Escenografía
Ricardo Reymena
Dentro de la obra pictórica de René Portocarrero se destaca el ciclo denominado Retratos de Flora, serie de óleos realizada en la década de los años sesenta, en la cual la mujer, tema frecuente en la pintura de este creador, llega a ser el mundo mismo de la obra. El ballet, sin narrar una anécdota específica, tanto en su coreografía como en los diseños de escenografía y vestuario, pretende recrear, a manera de homenaje, la atmósfera presente en las Floras del pintor, e intenta ser, como los óleos, símbolo de los femenino cubano y, en genral, de lo femenino universal.